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Articles by David H. Roper

Amanecer

Esta mañana hubo un amanecer espectacular, pero yo estaba demasiado ocupado para disfrutarlo y seguí con mis actividades. Hace unos instantes, pensé en ese amanecer y me di cuenta de que había perdido una oportunidad de adorar.

Visión de futuro

Los escultores tienen un término para referirse a la capacidad del artista de mirar un trozo de piedra en bruto y verlo en su forma final y completa: visión de futuro.

La disciplina de esperar

Es difícil esperar. Esperamos en el supermercado, entre el tránsito, en el consultorio médico. Jugueteamos con los pulgares, apretamos la mandíbula y nos frustramos. En otra esfera, esperamos que llegue una carta, que vuelva un hijo descarriado o que cambie nuestro cónyuge. Esperamos un bebé al cual sostener en brazos. Esperamos que se cumpla un deseo del corazón.

La vida escondida

Hace unos años, leí una poesía de George MacDonald, titulada A Hidden Life [Una vida escondida]. Cuenta la historia de un joven intelectualmente talentoso que prefirió volver a la granja de su familia para estar con su padre anciano en vez de convertirse en un profesional prestigioso. Allí se dedicó a lo que MacDonald denominó «tareas comunes y corrientes» y «actividades simples de utilidad humana». Sus amigos se lamentaron porque consideraban que estaba desperdiciando sus talentos.

De su mano

Cuando cruzamos una calle transitada acompañados de niños pequeños, extendemos la mano y decimos: «Tómate fuerte», y ellos se aferran a nuestra mano lo más fuerte que pueden. Pero nunca deberíamos depender de su fuerza en esto. Lo que los sostiene y protege es nuestra manera de tomarlos de la mano. Por eso, Pablo insiste: «… fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). O mejor aun: «¡Cristo me sostiene de la mano!».

Nunca vacíos

Nuestra nieta Julia pasó el verano trabajando en un orfanato en Busia, Uganda. El último día de su pasantía, fue a despedirse de los niños. Una pequeña llamada Sumaya estaba muy triste y le dijo: «Mañana nos dejas tú, y la semana que viene se van las otras tías [voluntarias]».

Cómo disfrutar

En su libro Daring To Draw Near [Desafío a acercarse], el Dr. John White escribe que, varios años antes, Dios había permitido que adquiriera una casa encantadora y muy lujosa. Sus sentimientos en cuanto a la casa fluctuaban en forma dramática.

Compañero de viaje

Hace poco, miré la lista de quienes se habían graduado conmigo en el seminario y descubrí que muchos de mis amigos ya habían muerto. Fue un aleccionador recordatorio de la brevedad de la vida. Alrededor de los 70, años más años menos, ya no estamos (Salmo 90:10). El poeta israelita tenía razón: Aquí solamente somos forasteros y advenedizos (39:12).

El último capítulo

Tengo una amiga que lee primero el último capítulo cuando comienza una nueva novela de suspenso. «Quita la ansiedad de la lectura», afirma. Lo mismo pasa con los creyentes: como sabemos el final de la historia, podemos ser centros de paz en medio del tremendo caos; de calma frente a la tragedia.

¿Hasta cuándo?

Durante nueve largos años, Saúl persiguió a David «como quien persigue una perdiz por los montes» (1 Samuel 26:20). David oró: «¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? […] ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?» (Salmo 13:1-2).